la cura

entre bambalinas, luces y fetiches de todo tipo y colores,
en tiempos burbujeantes de borrachera proselitista densa,
oscura, belicosa y decepcionante,
se abrió apretadamente un espacio "la cura".

como ese pantalón que puede contar tu vida
o las sandalias con las que te caricaturizaba aquel largo amigo adolescente,
llegaron para oxigenar por tres horas y pico
un momento decisivo en la vida de un país,
que a lo largo de su historia supo más de amarguras y traiciones
que de triunfos y victorias.

nos transportaron a aquellos momentos en que sin darnos cuenta
bailando con los ojos cerrados decidíamos nuestra vida.
la música nos invitaba a volar, la curiosidad devoraba nuestra sangre
consumidos en el apetito voraz de conocer el mundo.

sin darnos mucha cuenta abandonábamos este lugar de privilegio
para descubrir cómo era la vida más allá de esta hermosa isla rodeada de tierra,
de este rincón que nos tenía cautivos y nos hacía creer
que la vida era así como era acá y que no había nada más.

la cura en esa época nos rozaba,
llegaba en cd's y tal vez algún mp3.
nos goteaba en zona urbana, en asunción rock
o en alguna pista del fondo de las discos de moda.
ahi podíamos cerrar los ojos
y bailar como si nadie nos estuviese mirando,
borrachos de música y cura.

la cura nos dijo que la música podía cambiar,
que un hombre con labios pintados de rojo
no es el demonio sino un prodigioso talento
capaz de convertir el sonido en infinito,
y con un mix perfecto de acordes transmitir todo.

la cura ahora llegó y nos apretó las manos,
en el momento justo de decidir la vida que queremos vivir.
esta decisión va mucho más allá del resultado de encuestas o elecciones,
esta decisión es absolutamente personal.

y si la cura implica un cambio en mi propia vida?
si la cura significa que algunos aspectos de mi vida pueden modificarse
en beneficio de los que viven resignados y rezagados desde siempre,
estoy dispuesto?

la cura es el reconocimiento de los derechos de todos sin excepción, no sólo de los míos.
la cura es evolución como sociedad
(los paraguayos realmente queremos evolucionar hacia una sociedad más justa?),
y es ausencia de miedo y desarraigo de patrones obsoletos y marginales.

la cura es tomar conciencia de que somos sólo un punto,
pero que ese punto puede dibujar el mundo en que queremos vivir;
y al mismo tiempo, no somos nada más que un punto,
un punto que algún día desaparecerá de la foto
y todo continuará dibujado como siempre.

en el centro de ese espiral monocromático cumplí 36 años,
siempre pensé que para este momento faltaba toda una vida.



pd: hoy en vez de foto va video ; )




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