sueño

corría el año dos mil uno en asunción, hacía poco menos de un año que había vuelto del viaje más trascendente de mi vida. un viaje que dibujó una bisagra de la cual nunca más pude regresar, porque cuando abrís la ventanita se hace imposible volver a cerrarla.

mi único objetivo entonces era recibirme de licenciada en diseño gráfico, si bien un título menor en una casa de médicos y abogados, igualmente universitario ;). en eso andábamos la enorme amiga que me regaló la facu y yo terminando el proyecto de final de carrera. 

en noviembre lo defendimos, y un tiempito antes mi padre (que sabe de sonrisas) me preguntó qué querría de regalo por haber llegado hasta ahi. entonces yo, que toda la vida le escapé al oro y las joyerías le pedí una guitarra. "una linda guitarra" le dije, porque si me la regalás voy a cumplir mi sueño de aprender a tocarla. 

mi papá que fue, es y será lo más del mundo mundial me compró la guitarra más linda que vi en mi vida, una de esas joyitas que hacen los sanabria camino a luque. 

unos meses después, cuál designio divino, llegó mi tía con la propuesta de ir veinte días de paseo a barcelona. yo no acreditaba lo que la vida me estaba proponiendo. y como a mí veinte días me quedaba muy corto, decidí probar suerte y ver si me podía quedar un poco más contra todo pronóstico positivo. 

habiendo recibido solo un par de clases del maestro rudy heyn, me cargué la guitarra al hombro y partí cual guitarrista de conservatorio rumbo a españa. yo estaba segura de que si la llevaba por alguna obra de magia iba a lograr quedarme, y si no la llevaba indefectiblemente fracasaría en el intento y volvería a por ella.

como casi todos saben, los veinte días se convirtieron en poco menos de seis años. la urgencia de buscarme la vida y mi escaso talento hicieron que nunca más retome mis clases. sin embargo, todos aquellos bien dotados que pasaron por mis diferentes hogares la sacaron a bailar por mí.

hoy la miraba reposar como casi cada día y pensaba qué importante es ella en mi vida. qué mucho significa tener guardado en lo más profundo de mi corazón el sueño de aprender a tocarla. a veces creo que no aprendo para seguir caminando, para seguir teniendo un amor platónico... un enorme sueño.





Comentarios

Entradas populares