gracias por el amor
el otro día pensaba que hace treinta y cuatro años que nos reconocemos como parte del mismo universo, y aunque a estas alturas de nuestras vidas eso nos parezca algo simple, común y cotidiano; un sinfin de circunstancias se dieron para que suceda, por lo que no temo a decir que es casi un milagro.
empezamos a querernos cuando apenas sabíamos ir al baño solas. aprendimos a rezar, jugar, dibujar, leer, escribir, sumar, restar, dividir y multiplicar compartiendo meriendas y complicidades. crecimos bailando, discutiendo, peleando, reconciliando, llorando, riendo, bailando, perdiendo, ganando, celebrando codo a codo.
y aunque el tiempo pasó y me perdí casi todos sus casamientos siguiendo a mi instinto de supervivencia, nunca me perdí sus alegrías y mucho menos sus tristezas. no es poca cosa constatar que más allá de nuestras pequeñas o grandes diferencias, supimos construir un universo femenino en el cual nos sentimos seguras, en casa. un refugio en el cual encontramos aquello que necesitamos.
ayer hizo una semana que emprendieron el regreso a casa luego de cinco inolvidables días. sepan que me dejaron mucho más que un bar propio, me dejaron el corazón contento. un corazón que sabe reconocer a su manada, un corazón que persigue ciegamente al sonido del amor.
gracias por venir hasta la montaña, gracias por el amor.
esto les deseamos tachi y yo para este momento a cada una...
https://www.youtube.com/watch?v=NvlGjCMp8cY
empezamos a querernos cuando apenas sabíamos ir al baño solas. aprendimos a rezar, jugar, dibujar, leer, escribir, sumar, restar, dividir y multiplicar compartiendo meriendas y complicidades. crecimos bailando, discutiendo, peleando, reconciliando, llorando, riendo, bailando, perdiendo, ganando, celebrando codo a codo.
y aunque el tiempo pasó y me perdí casi todos sus casamientos siguiendo a mi instinto de supervivencia, nunca me perdí sus alegrías y mucho menos sus tristezas. no es poca cosa constatar que más allá de nuestras pequeñas o grandes diferencias, supimos construir un universo femenino en el cual nos sentimos seguras, en casa. un refugio en el cual encontramos aquello que necesitamos.
ayer hizo una semana que emprendieron el regreso a casa luego de cinco inolvidables días. sepan que me dejaron mucho más que un bar propio, me dejaron el corazón contento. un corazón que sabe reconocer a su manada, un corazón que persigue ciegamente al sonido del amor.
gracias por venir hasta la montaña, gracias por el amor.
esto les deseamos tachi y yo para este momento a cada una...
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